1.12.11

Carta II (Ella)

Tú, tú, siempre tú:

Te he contestado. Tu me lo pediste y yo lo he hecho. La verdad, no se bien que decirte. No debería hacer esto. Me fui para herirte y dejarte atrás, pero ya sabes que lo mio no ha sido nunca la fuerza de voluntad. Soy mas bien de seguir impulsos. Como aquel, que seguramente recordaras. O quizás no, ibas tan bebido que es fácil que sea uno de esos recuerdos que te congratula decir que nadan en el licor de la imposibilidad. La tuya, la de acordarte.
Bueno, puedo contestar a tus palabras. Si, fuiste un capullo, noche tras noche y alguno de esos días que nos veíamos todavía con el sol de cara. Integralmente, y me encantaba.
Siempre he sido de esas que sufren por amor al arte.
Me gustaría hablarte de la vida que llevo ahora. Vivo, durante el día. Sobrevivo. Y las noches las duermo. Seguramente tu lo consideres algo demasiado burgués, seguramente me dirías que estoy desperdiciando tantas copas gratuitas a cuenta de unas largas piernas, todo por mis grandes penas. La rima fácil siempre ha sido lo tuyo. Mas bien podría decir que todo lo fácil era tuyo. Rima, y vida. Y todas esas.
A mi me gusta esta vida. Hace que no me acuerde de ti. Cuando veo que llega la oscuridad solo cierro los ojos y no los abro hasta que vuelve a salir el sol. Y ya no existes tú, no para mi, no, nunca mas, nunca jamas, eres un sueño, uno malo, pesadillas, un extraño, eso que me hace sudar y removerme por las noches, y que no recuerdo exactamente al despertar. ¿Te gusta?
Me da igual si no te gusta. Me da igual todo.
Olvídame como tantas veces ya has echo. Pero esta vez, que sea de verdad.
Siento que sea una carta tan corta, siendo la última.
Yo.

2 comentarios:

  1. MartaPresley4/12/11, 22:02

    Me gusta, aunque creo que es un poco dependiente de él ¿no? Pero siempre hay gente así.

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  2. Ese es exactamente el punto, Marta. Es alguien dependiente que ha tratado de desligarse, pero que no lo ha conseguido totalmente, como se puede apreciar.

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