Atrapada

Tengo hambre, pero es diferente de lo normal. Es hambre de la vida. Quiero salir ahí y vivir. Y quiero hacerlo ahora. Y que es vivir, si no lo se. Todavía no he tenido mas que breves atisbos de lo que eso significa. Y yo quiero saber. No es algo que este escrito en un libro, eso si lo se. Es algo que esta fuera, tal vez en el aire, tal vez en una nota musical, tal vez en la sincronía de decenas de cuerpos moviendose a la vez. Sintiendo a la vez. Viviendo a la vez.
Es tan frustrante tener que sentir esto desde aquí. El no poder dejarlo salir. Porque todavía no se me esta permitido, todavia no ha llegado mi momento. Por ahora he de conformame con pequeños ensayos, con pequeñas dosis, con un mundo que cada vez se me queda mas pequeño. 
Porque asomarme por las ventanas ya no me calma. Quiero salir por la puerta, y romperlo todo. Destrozar la jaula de oro, y no sentir remordimientos.
Abandonar este mundo de cristal.


Yo no soy de cristal, y desde luego, no soy frágil. Que tengan esa impresión es solo cuestión de apariencias. Y, como todo el mundo sabe, las apariencias engañan.