Quieres creer en la libertad, la felicidad, todas esas perfecciones que te venden los anuncios, día a día, diciéndote esto esta bien, con esto seras feliz, con esto tu vida sera perfecta, y diciéndote que eso no lo puedes hacer, que no es normal, que no es bueno para ti. Cuando consigues un pedacito de todo esa maraña que te venden, un día tras otro, a veces te das cuenta de que eso a ti no te sirve. Que no es para ti. Y entonces llegas a pensar, quien eres, porque tu no eres feliz como los demás, con lo mismo que tienen los demás, porque tu, precisamente tu, tienes que darte cuenta de que todo eso que pretenden que te haga sentirte bien solo te hace sentir malmalmal cada vez mas hundido en un mundo lleno de miseria, engaño, mentira y desesperación. Que porque tu tuviste que darte cuenta, precisamente tu, de que todo eso no es mas que una basta mentira de alguien que también se sintió perdido en su momento, pero que cerro los ojos ante todo y se vendió a sus demonios internos. Supongo que quien haga eso también podrá sentirse satisfecho. Como mínimo. Pero y yo ¿que? Yo no voy a venderme a ningún demonio, interno, externo, no voy a pagar por una felicidad embotellada, edulcorada y con un sabor nuevo y refrescante. ¿Que mas puedo hacer? Ahora que me he dado cuenta, ¿que me puede quedar, mas allá de huir de todo eso? ¿Aceptarlo? ¿Aceptar que los seres humanos, genero al que yo pertenezco para mi desilusión, se matan por unos cuantos papeles tintados? Creo que empieza a ser un pensamiento radical. Tampoco quiero eso. Ahora solo quiero volver a estar ciega, no saber nada de esto, no ver nada de esto.
No quiero buscar lo autentico donde no lo hay.
Vendedme algo falso, lo comprare, lo prometo.
No quiero buscar lo autentico donde no lo hay.
Vendedme algo falso, lo comprare, lo prometo.
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